José Francisco Vergara Echevers














Don José Francisco ama la vida.
Disfruta el poder de la primavera.
Rostro sereno de su  esposa.
Juegos azules de sus hijos.

Ama el poder de los números.
Hierro atravesando montañas.
Ser conduciendo las aguas.
La razón en el centro  del espíritu.

Ama el poder de sus libros.
Rayo expresado en palabras.
Libertad electoral.
Deberes del hombre hacia su pueblo.

Por las tardes cabalga.
Piensa en la ciudad que construye.
Recuerda sus oficios de guerra.
Es rosa que muere y renace.






El primer masón que residió en Viña del Mar fue su  fundador,  don José Francisco Vergara, tras ser iniciado en la Logia Unión Fraternal N°1, de Valparaíso, el 19 de octubre de 1864.

Hijo de un militar patriota, ayudante de don Bernardo O,Higgins, su posición social, su compromiso con los principios masónicos y sus ideas liberales, le hicieron destacar rápidamente en las filas de la Masonería, siendo elegido miembro del Consejo del Gran Maestro Juan de Dios Arlegui en 1868 y Gran Maestro de la Gran Logia  de Chile en 1881.
Valparaíso, 1864


Agrimensor, la carera que constituyó el germen de la ingeniería en Chile, nació el 4 de diciembre de 1833. Trabajó en la construcción del ferrocarril de Santiago a Valparaíso, seleccionado por su brillante desempeño académico. Era un hombre de vocaciones plurales, a saber, ingeniería, periodismo,  negocios, urbanismo, política,  estrategia militar, botánica, espiritualidad. Fue  Impulsor de la Ley de Cementerios Laicos.


A partir de 1856 se dedicó a la agricultura, en las haciendas de la familia Álvarez.. También incursionó en el mundo de los negocios y, desde la década de 1860, en la política.

Declara en su autobiografía[1]: “Hasta el año 64 pasaron mis días silenciosos y oscuros ocupados en el trabajo del campo, que tan embrutecedor es entre nosotros. Como un recurso y un preservativo me entregaba a continuas lecturas de historia o de ciencias naturales que me permitían estar al corriente del movimiento intelectual del mundo”.

Respecto a la política, señala: “En el año 64 fui elegido municipal de Valparaíso por el partido radical que acababa de formarse en esa ciudad, así como en otros puntos del país. Fui también en esas elecciones candidato para diputado en Santiago, aunque sólo obtuve 45 votos (...)”. En 1868 se incorporó a las filas de los reformistas: “Fui el primero que se ocupó en conferencias públicas del derecho a representación que tenían las minorías y siempre formaba parte con I. Errázuriz, Arlegui, etc., de las comisiones de programas y de las juntas directivas”.

Proclamado candidato a Diputado por Valparaíso, Quillota y otros puntos, no alcanzó el triunfo.

En el campo del periodismo Vergara inicia  su carrera en 1875, con la fundación del diario El Deber, en Valparaíso, del cual será su redactor. También creará el diario La Libertad Electoral, donde insertó sus Cartas Políticas con el seudónimo de Severo Perpena.

Completando la célebre triple afiliación, fue  Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago

Su planteamiento político sobre educación era el siguiente: "Siendo la instrucción la base primordial de las sociedades, no debe omitirse trabajo ni sacrificio alguno para difundirla i elevarla hasta poner la escuela al alcance de todos los habitantes de Chile, i la ciencia accesible a todos los que  quieran estudiarla, sin que la enseñanza oficial sea estorbo para la libre existencia i expansión de la enseñanza particuIar, que debe sir fomenta y respetada. "

Respecto de las elecciones a la primera magistratura  expresa: “En la campaña presidencial del 71 me tocó una parte importante en la organización y dirección de la oposición de la candidatura Errázuriz, habiendo aceptado la de Urmeneta, proclamada por la convención de Santiago, en la que tomé parte activa como delegado por Valparaíso. La lucha fue violenta y al fin fuimos derrotados como de costumbre por los poderosos medios que pone en juego el poder para sofocar o burlar el derecho de los que lo combaten. En ese tiempo era como el abanderado de las falanges opositoras de Valparaíso, que eran muy numerosas, esforzadas y aguerridas.- Vencido en la contienda electoral a la que le había dedicado meses enteros y una buena suma de dinero, procuré alcanzar el triunfo de mis ideas por medio de la enseñanza y de la instrucción, para lo cual ayudaba a las escuelas y tomaba parte en las conferencias públicas."

Respecto de las escuelas libres consigna: "Durante algún tiempo fui director de las escuelas Blas Cuevas y de la Sarmiento, y sólo me retiré de esta labor cuando vi que se agitaban muchas pasiones inspiradas por sentimientos bajos e interesados. Algunos socios, amigos de la gloria barata concibieron la idea de sostener a costa mía un establecimiento que a ellos les convenía, y porque no me dejé engañar me formaron un capítulo que dio por resultado mi salida de la presidencia del directorio de las Blas Cuevas”.

Por la época en que el Presidente Federico Errázuriz se desliga del clericalismo, Vergara se dedica a fundar Viña del Mar.

En 1875 creó el diario El Deber, en Valparaíso, “para servir de órgano a los principios e ideas radicales”.

Tras el estallido de la Guerra contra Bolivia y Perú, fue nombrado Secretario del General Arteaga. Participó en la Guerra del Pacífico donde combatió con el grado de coronel de guardias nacionales.
Vergara civil en armas

Lideró una famosa carga de caballería en la batalla de Pampa Germania, combatió en Dolores Tarapacá, Miraflores y Chorrillos y en numerosas refriegas, pues conducía un cuerpo de exploradores.



Ministro de Guerra y marina entre el 15 de julio de 1880 y el 18 de septiembre de 1881. Ministro del Interior entre el 18 de septiembre de 1881 y el 24 de abril de 1882. Diputado por Ancud y Quinchao 1879-1882. Senador por Coquimbo 1882-1888. Candidato a la presidencia de la República en 1886, pero retiró su postulación.




Junto a su hija Blanca.







Monolito que marca el lugar de su muerte
Plaza de Forestal con alusiones masónicas.


Ya en la época de su candidatura presidencia, comenzó a sufrir los síntomas  de una grave dolencia cardíaca, que le  condujo a retirarse a una tranquila vida en las tierras de su familia viñamarina. Murió súbitamente  en lo que ahora es la Plaza de Forestal, mientras paseaba a caballo en compañía de don Santiago Cumming.















Autor: Manuel Romo
Editor: Gonzalo  Villar B.




Bibliografía

[1] Vergara, José Francisco;  Memorias de Guerra. Diario de Campaña de Diego Dublé Almeida. Santiago, Editorial del Pacífico, 1979.

Barros Arana, Diego;  Don  José Francisco Vergara, bosquejos biográficos a través de su labor parlamentaria.

Rodríguez, Luis Alberto; Cronología de don José Francisco Vergara.

Henríquez Ana; José Francisco Vergara: Aproximación historiográfica y análisis de la correspondencia dirigida a su hijo Salvador (1876-1882)[