Geometría






Hermano, observa el templo.
La Escuadra. El mosaico.
Tu mandil.
Brazos iguales del compás.

Recuerda la forma
en que prestaste juramento
piensa en  las columnas
el sol
planos formados en el cielo
sombra derramada en nuestra tierra.

Regresa a la batería del grado
nueve más nueve igual dieciocho.



49 es casi 50


49 es casi 50.
Dibujo señales del mundo.
Jesús habló con Pitágoras.
Otoño y ternura nos miran.
"El que es" fue siempre.
No hay causa ni origen ni término.
Todo cambia y todo  nos llega.
Leyendas propician caminos.
Belleza de amplio indagar.


Siete veces siete


Bendito el que no escucha
y el que rompe,
el que pasa de largo en los días de luto,
el que niega y maldice a sus padres.

Bendito, aunque no  le importa la tortura,
aunque tome y disfrute la sangre
aunque guarde y construya su rabia.

Bendito el indiferente,
el ladrón, el fascista
y el tramposo,
el que vive feliz en la mierda,
el que ofende y persigue a los justos.

Bendito el diletante y el torpe,
el que busca engañar con la prensa,
el héroe sutil del egoísmo,
el cobarde encerrado en su pena,
el rabioso prisionero de la envidia.

Bendito el dueño de las traiciones,
el formidable rehén de sus miedos,
el insistente racista,
el afable pedófilo,
el  dueño del látigo y la espada.

Benditos los seres de sombra,
porque a ellos se dirige la aurora,
las buenas palabras del día,
la luz en que viaja el amor.



Conforme al Evangelio de San Mateo, Jesús enseñó a perdonar 49 veces a los que nos ofende. Siete veces siete.

Creo que la  misteriosa expresión, está ligada a las enseñanzas de las comunidades pitagóricas, para quienes  el 50 es el número de mayor valor simbólico, asociado a la divinidad del Universo.

Se nos dice entonces que debemos perdonar casi tanto como Dios.