Juan de Dios Arlegui Gorbea
























Me llamo  Juan de Dios Arlegui
hablo en tonos argentinos
soy feo como  un lunes de  piedra.

Trabajo  entre papeles
redacto contratos y leyes
organizo hospitales
regulo la acción de bomberos
viajo  al oro de California
conduzco guardias cívicos
garantía del pueblo
libertad defendida con fuego.

Como me queda tiempo.
Cuido la luz en mi centro
Soy capitán de respeto
Humilde alma que escucha
Obrero  construyendo el Universo.

Como me sobran odios.
No tomé partido el 91.
Elegí retirarme sin ruidos.
Sin pedir luz sobre mi nombre.
Sereno ante océanos de vida.
Hombre que cruza tantas muertes.








Juan de Dios Arlegui Gorbea, vecino de Viña del Mar desde 1872, abogado de la familia fundadora de la ciudad y primer Gran Maestro de la Gran Logia de Chile.

En Archivo Masónico Nro 15, Manuel Romo entrega la siguiente biografía:


JUAN DE DIOS ARLEGUI EN LA MASONERÍA

Juan de Dios Arlegui fue el primer Gran Maestro que tuvo la Gran Logia de Chile y ocupó el puesto durante diez años. Nació en Santiago el 16 de junio de 1827.

En 1849, titulado de abogado, abandonó un empleo en la factoría del Estanco de Valparaíso para viajar en busca de oro a California. Allá perdió todo lo que tenía y debió ocuparse en los trabajos más humildes para sobrevivir hasta que pudo volver a Chile.

En el país, se incorporó a la lucha política tomando partido por la oposición al gobierno de Manuel Montt, siendo perseguido y encarcelado en 1851.

Al recuperar su libertad continuó dedicado a ejercer su profesión de abogado en Valparaíso.

En 1858 se presentó como candidato a regidor por la oposición, obteniendo un asiento en la nueva Municipalidad.

Sin embargo, aunque no tomó parte activa en el movimiento revolucionario que vino a continuación, se vio afectado gravemente, pues se le redujo a prisión y se le confinó a la provincia de Colchagua.

Cuando en Valparaíso estalló el motín que costó la vida al Intendente Juan Vidaurre Leal, fue nuevamente aprehendido en Santiago.

En 1862, al asumir como Intendente de Valparaíso, el general Santiago Aldunate Toro pidió a Arlegui como su Secretario; poco después Arlegui fue nombrado comandante de un batallón de la Guardia Nacional.

En las elecciones de 1864 volvió a ganar un puesto en la Municipalidad del puerto. Por ese entonces luchaba por las ideas del radicalismo y en las elecciones de 1866 combatió activamente contra la reelección del Presidente Pérez.

En 1870 fue elegido Diputado suplente por Freirina y regidor por Valparaíso. En junio de ese año lo eligieron Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso.

Se dijo de él por esos días: “Espíritu ilustrado, liberal y consecuente, simpática figura, gesto varonil y enérgico, dicción clara, elegante, timbre argentino y suave, tales son, a grandes pinceladas, los rasgos distintivos del señor Arlegui”. Años más tarde fue Senador, Juez de Comercio, Defensor de Menores e Intendente de Valparaíso.

Actividad en Unión Fraternal

Juan de Dios Arlegui Gorbea fue propuesto para ser iniciado en la Logia Unión Fraternal, de Valparaíso, el 24 de abril de 1854. Por ese entonces ejercía su profesión de abogado en la ciudad.

La iniciación se realizó el 31 de mayo de ese año. A la Logia ya se habían incorporado importantes ciudadanos como Federico Guillermo Schwager y José Victorino Lastarria.

Su segundo grado le fue otorgado el 11 de julio y el 19 de agosto era elevado al grado tercero. Al año siguiente, en la ceremonia de instalación del Taller, celebrada el 5 de marzo de 1855 actuó como Orador adjunto; dos meses más tarde fue elegido Segundo Vigilante.

En mayo de 1856 fue elevado al puesto de Venerable Maestro, cargo para el que será reelegido hasta 1859, cuando sea reemplazado por Enrique Pastor López.

Actividad Capitular

Se incorporó luego al Capítulo Rosa Cruz, Grado 18º, creado sobre la base de la Logia “L’Etoile du Pacifique”. El día de su instalación, el 18 de julio de 1855, bajo la presidencia del hermano Francisco Fernández Rodella, le correspondió actuar como Segundo Vigilante (Segundo Muy Excelente
Caballero). En la oficialidad de enero de 1862 ocupó el puesto de Orador.

En enero de 1862 se instaló en Valparaíso el Consejo de Grandes Caballeros Elegidos Kadosch “Etoile du Pacifique y Unión Fraternal”, Grado 30º. A él se incorporó Juan de Dios Arlegui que había recibido el grado de parte del Gran Oriente del Perú, tal como lo había recibido Manuel de Lima. Así lo informaba el hermano Antide Martin al Gran Oriente de Francia, en carta del 2 de abril de 1862: “(…) el 25 de enero cuatro de los miembros del Capítulo fueron exaltados al grado 30º por el hermano Bouey, a quien el Gran Oriente de Francia ha conferido hace algunos años, el grado 33º con los poderes más amplios. Estos hermanos fueron Martin, Poisson, Pretot y Sepp.

Por otra parte los hermanos Juan de Dios Arlegui, abogado, Manuel de Lima, comerciante, y Melitón Caso, rentista, fueron promovidos al grado 30º por decisión expresa y autorización del Gran Oriente del Perú, cumplida por un enviado especial”. Es seguro que su grado 33º lo obtuvo del Supremo Consejo establecido en Valparaíso por Juan de Dios Merino Benavente.


Gran Logia de Chile

Al constituirse la Gran Logia de Chile el 24 de mayo de 1862, Juan de Dios Arlegui Gorbea fue instalado en el puesto de Gran Maestro. Durante su mandato se redactó la Constitución Masónica y su Reglamento General, se crearon Logias, se defendió el laicismo, se estableció correspondencia con 31 potencias masónicas y fue construida la sede de la masonería porteña, el Club Central, en la calle de la Victoria Nº 19 de Valparaíso.

En julio de 1872, el Gran Maestro presentó su última Memoria ante la Asamblea General de la Gran Logia de Chile. En su texto señaló que habían pasado ya dos años desde la anterior y en este lapso, dijo, la masonería chilena había hecho grandes progresos.


Templo en Valparaíso (Club Central)
Mencionó que el Templo que se había edificado en poco más de dos años, sería inaugurado solemnemente en pocos días. Agregó que se había fundado la Logia “Germania” Nº 8 en Valparaíso y la Logia “Avenier et Liberté” Nº 9 en Santiago.

La primera trabajaría en alemán y la segunda, en francés.

Señaló que los demás Talleres “siguen sin interrupción su marcha regular y progresiva, aumentando de día en día sus columnas con obreros inteligentes, laboriosos y entusiastas por la institución”.

Destacó el Gran Maestro que la idea que había surgido de una logia había sido acogida por todas las demás con el mismo entusiasmo, refiriéndose a la creación de la Escuela “Blas Cuevas”, escuela gratuita de instrucción primaria, “costeada y sostenida con erogaciones voluntarias de hh. mas.”.

Surgida la idea, en un muy breve tiempo había sido llevada a la práctica y en febrero de 1872 ya estaba funcionando. Agregó a esto una referencia al ataque a que fue sometida esta iniciativa por parte de la jerarquía católica, ataque que en vez de afectar la escuela actuó en su beneficio, por cuanto, “en la actualidad, los espaciosos salones de la escuela “Blas Cuevas” son estrechos para contener el crecido número de alumnos que concurre a ella, y diariamente sus directores se ven en la penosa necesidad de negar la entrada a muchos niños que tocan a sus puertas pidiendo la luz de la inteligencia y del saber”.

Se emociona el Gran Maestro al recordar: “Cuando considero que fue sólo hace diez años que vi nacer y recibí en mis brazos a esta débil y tierna personalidad mas.·. que llamamos Gran Logia de Chile; cuando estimo los graves peligros que sufrió en su infancia y los obstáculos al parecer insuperables que tuvo que vencer para su crecimiento y desarrollo; y cuando, por fin, la veo grande, robusta, hermosa, mi corazón se ensancha de placer y mi alma se extasía al
contemplarla”. Hoy, dijo el Gran Maestro, hay ocho logias en plena actividad10 y estamos en correspondencia con más de treinta poderes masónicos.

En esa Asamblea de julio de 1872 el hermano Juan de Dios Arlegui entregó el cargo que había ocupado con brillo y éxito durante diez años. Comenzaron a partir de entonces tiempos difíciles para la Gran Logia, por la ausencia de este Gran Maestro que con tanto vigor supo conducirla desde su nacimiento.



El Congreso Nacional registra la siguiente biografía:

Nació en Santiago, Chile, el 16 de mayo de 1827; hijo de José Manuel Arlegui y Rodríguez-Zorrilla y María del Carmen Gorbea y Encalada.

Se Casó en el Sagrario de Santiago, el 24 de septiembre de 1864, con la bonaerense, Isabel Álvarez Condarco y Doddín.

Estudió en el Colegio de Don Pedro Nolasco Carvallo hasta 1837, año en que ingresó al Seminario, donde cursó humanidades y teología expositiva; luego hizo los cursos de leyes en Instituto Nacional primero, y luego en la Universidad de Chile; juró como abogado, el 7 de noviembre de 1848.

Se radicó en Valparaíso, donde comenzó a ejercer libremente su profesión, la que abandonó para irse a California a buscar oro, durante la época de la fiebre del oro. Le fue pésimo y tuvo que trabajar en los más humildes puestos para poder regresar a su país.

Regresó a Chile en 1851, período en que tuvo problemas por ser contrario a la candidatura presidencial de Manuel Montt. Pasó la revolución, ejerció libremente su profesión en Valparaíso.

En 1858 fue electo municipal de Valparaíso; pero en 1859 estalló la guerra civil o revolución de 1859, gobierno de don Manuel Montt, y fue confinado a la provincia de Colchagua.
Regresó a Valparaíso una vez restablecida la normalidad.

En el gobierno de don José Joaquín Pérez Mascayano, fue nombrado intendente de Valparaíso, el general don José Santiago Aldunate y éste propuso que se le nombrara su secretario, a Juan de Dios Arlegui, el que aceptó el cargo.

En política propiamente tal, fue de avanzadas ideas liberales, sin llegar a los límites de la intransigencia; militó en el Partido Liberal.

En 1888, figuró como miembro de la Primera Convención Radical, realizada del 19 al 23 de noviembre de ese año. Para esta fecha, ya no era parlamentario.

Fue electo diputado suplente por "Freirina", período 1870-1873.

Participó en el Congreso Constituyente de 1870, cuyo objetivo fue reformas a la Carta Fundamental de 1833.

Electo diputado propietario por "Valparaíso", período 1873-1876.

Electo senador propietario por "Valparaíso", período 1876-1882; integró la Comisión Permanente de Guerra y Marina; y la de Hacienda e Industria, en el segundo período de su labor.

Continuó manteniendo su residencia en Valparaíso, donde se desempeñó como administrador del Hospicio por espacio de 20 años, desde 1874 hasta 1894.

Fue superintendente del Cuerpo de Bomberos entre 1880 y 1883.

Fue juez de Comercio del Puerto, desde 1880 y renunció en 1883.

Ocupó en dos ocasiones la intendencia de Valparaíso, en carácter de suplente.

Durante la revolución de 1891 no participó, no estuvo motivado por ninguno de los dos grupos. Una vez terminada ésta, en 1892 fue nombrado defensor de menores, cargo en el que puso su máximo esfuerzo en favor de los desvalidos.

Entre otras actividades, fue un prominente miembro de la masonería.

No volvió a figurar en política y falleció en un cálido ambiente de cariño y respeto, y mirando el mar en el puerto de Valparaíso, el 13 de julio de 1908, a la edad de 81 años.


Entrevista  de Guillermo Rodríguez a Carmen Gloria Arlegui, sobrina nieta de don Juan de Dios, quien  da luz sobre  parentesco entre Juan de Dios Arlegui y don Santiago Arcos Arlegui.

En 1809, procedente de España, desembarcó en Valparaíso don Mariano Arlegui Encalada. De su unión con la hija de Gonzalo Rodríguez y Martín llegó al mundo Isabel Arlegui Rodríguez, quien contrajo nupcias más tarde con el gallego Antonio Santiago Arcos Arjona, un oficial del ejército del rey Fernando VII que desertó para unirse a las fuerzas de Napoléon Bonaparte. Cuando el ejército de éste fue derrotado, Antonio Arcos huyó hacia Sudamérica, donde se puso a disposición del naciente Ejército de Los Andes, que organizaban por ese entonces Bernardo O'Higgins y José de San Martín para liberar a Chile del dominio español. La estrecha amistad que mantuvo con los caudillos, le permitió convertirse en el primer director de la Academia Militar chilena. Al abdicar O'Higgins, debió escapar a Mendoza y seguir transitando por otros países.


De su matrimonio con Isabel Arlegui nacieron cuatro hijos, entre ellos, en 1822, Santiago Mariano del Carmen Arcos Arlegui, quien tras formarse como chileno, aunque con una rica diversidad cultural, debió viajar a Francia, pues su padre regresó desde Argentina en busca de su familia.
Sólo pudo volver a Chile en 1848, donde tras contactarse con círculos de intelectuales criollos, fundó un par de años después la Sociedad de la Igualdad. Paralelamente se casó con Francisca Ugalde y Montt con quien tuvo dos hijos. Apostó por las ideas socialistas y con el arribo de la revolución industrial, se percató de que este acontecimiento traería también convulsión social.
Con estas ideas se opuso incluso a su padre, y abandonó su casa a los 25 años. Gracias a la Sociedad de la Igualdad creó el periódico "El Amigo del Pueblo", donde además de criticar a los liberales abogaba por el acceso universal a la educación.
Por su parte, el gobierno sólo esperaba una excusa para intervenir y disolver la sociedad. Ésta se presentó en noviembre de 1850, cuando tras un motín en San Felipe decretó estado de sitio, disolvió la organización y apresó a sus directores. Entre ellos estaba Arcos Arlegui, que fue desterrado al Perú, siguiendo hasta California, Estados Unidos, donde se radicó hasta 1852.

Proveniente de  otra rama de los Arlegui,  don Juan de Dios Arlegui Gorbea, fue el primer Gran Maestro de la Gran Logia de Chile.